Atemporal y refinado, un exterior de ladrillo o piedra es una de las mejores opciones para su hogar. Cualquiera de estos materiales crea una cubierta resistente al fuego que aumentará el valor de su hogar. Las investigaciones han demostrado que el ladrillo reduce eficazmente los costos de calefacción y refrigeración hasta en un ocho por ciento. Puede soportar vientos fuertes y no suele sufrir daños por el granizo u otros escombros que puedan volar en condiciones de viento. Los exteriores de ladrillo y piedra también son extremadamente duraderos y pueden seguir protegiendo su hogar hasta bien entrado el próximo siglo.

La instalación de ladrillos y piedras cuesta más que la de otros materiales para exteriores de viviendas y su peso debe tenerse en cuenta durante la construcción. Una vez colocados, son muy sólidos e inflexibles. Esto hace que sean una opción problemática en zonas propensas a terremotos. Con el tiempo, los ladrillos y las piedras también comienzan a desgastarse y cambian ligeramente de color. Esto puede dificultar que la casa tenga el mismo aspecto si luego se amplía o remodela.

En una época anterior de la construcción de edificios, los materiales de piedra o ladrillo solían ser el soporte principal de las paredes exteriores. Sin embargo, en la construcción moderna, las casas están enmarcadas en madera mientras que las fachadas de ladrillo o piedra se adhieren al exterior con fines decorativos y de protección contra la intemperie, en lugar de como soporte estructural.

Los revestimientos de ladrillo se colocaban tradicionalmente sobre las casas con estructura de madera, pero también se pueden aplicar sobre otros materiales. Los revestimientos pueden anclarse o adherirse. El revestimiento de ladrillo debe tener entre 3 y 5 pulgadas de espesor y ser de un grado adecuado, generalmente ladrillo SW. El revestimiento de ladrillo fino tiene entre ½ y 1 pulgada de espesor y viene en muchos tamaños, colores y texturas. Si se construyen correctamente, los revestimientos de ladrillo agregan protección tanto al exterior como al interior del edificio. Son resistentes al fuego y a la humedad y brindan aislamiento térmico y acústico.

El ladrillo anclado se fija con sujetadores al exterior existente de una casa. Esto crea un espacio de aire entre el revestimiento antiguo y el revestimiento que también sirve como canal de drenaje para la humedad. El revestimiento de ladrillo adherido se fija a una pared existente con listones y yeso; estos materiales resisten la penetración de la humedad.

Los revestimientos de piedra aportan propiedades decorativas y protectoras al exterior de un edificio, al igual que el ladrillo. La piedra también es resistente al fuego y tiene propiedades de aislamiento térmico y acústico. Los revestimientos de piedra pueden ser naturales o fabricados.

Los revestimientos de piedra natural tienen un espesor de tres a cinco pulgadas y pueden pesar hasta 45 a 50 libras por pie cuadrado, lo que requiere una repisa de soporte de ladrillo para distribuir el peso. Cada hilera de piedra sostiene a la siguiente. También puede ser necesario un refuerzo estructural adicional. Los tirantes de mampostería conectan la piedra a la pared. Varios tipos de piedra natural son adecuados para revestimientos exteriores, entre ellos piedra caliza, arenisca, mármol, pizarra y granito.

Las tecnologías más modernas, como el corte con cuchillas de diamante, crean láminas delgadas de piedra natural de entre 1 1/4 y 1 1/2 pulgadas de espesor, con un peso promedio de 10 a 15 libras por pie cuadrado. Las láminas de piedra artificial son más livianas, generalmente tienen un costo menor y generan menos desechos que la piedra natural. La piedra artificial de buena calidad se parece a la piedra natural en color y textura. Las láminas de piedra se pueden aplicar sobre cualquier superficie preparada adecuadamente.

Al colocar piedras, el espaciado entre ellas, el tamaño y el color de la piedra y la técnica de aplicación de la lechada pueden crear un aspecto particular, como rústico o antiguo. Tanto los revestimientos de piedra natural como los fabricados pueden crear el efecto de una pared de piedra sólida; sin embargo, los materiales de baja calidad y una instalación deficiente pueden dar como resultado una fachada que parezca artificial. Los revestimientos de piedra delgados son más difíciles de usar en trabajos detallados como dinteles, ménsulas y esquinas de retorno.

Los ladrillos pueden agrietarse con el tiempo, por lo que aún debe inspeccionar su casa de ladrillos anualmente. Las grietas pequeñas se pueden ignorar, pero podría ser mejor parcharlas con lechada teñida para que coincida con el ladrillo. Las grietas que crecen demasiado requerirán la ayuda de un albañil para reemplazar el ladrillo dañado. Sin embargo, lo más probable es que sea necesario reemplazar el mortero. Debería resistir veinticinco años o más, pero cuando comiencen a aparecer grietas y huecos, deberá comenzar a llamar a los albañiles para obtener presupuestos. El mortero dañado debe cincelarse antes de colocar el mortero nuevo.

Rejuntar el mortero no es tan sencillo como quitar el mortero viejo con una herramienta eléctrica y luego verter una nueva mezcla. Hable con el contratista para asegurarse de que quitará el mortero viejo a una profundidad de una pulgada. El nuevo mortero también debe coincidir con el mortero existente para garantizar una adhesión adecuada. Esto no es un gran problema para las casas nuevas, pero puede ser un problema grave para las casas históricas. Si su casa es antigua, especialmente si tiene más de setenta años, considere contratar a profesionales que se especialicen en trabajar con ladrillos antiguos.

Fuente: https://www.angieslist.com/articles/brick-and-stone-exteriors-explained.htm